Macri dijo en Wall Street que será “el profeta del cambio”

Mauricio Macri tuvo su “noche perfecta” el miércoles en Manhattan, según se ufanaban en su circulo íntimo, gracias al trato que le brindó Hillary Clinton en la cena de homenaje a la ex secretaria de Estado, en el elegante salón Cipriani de la calle 42. Pero, ya lejos del glamour, el jefe de Gobierno porteño volvió ayer al mundo de los trajes y corbatas con un objetivo: se presentó claramente en Nueva York ante banqueros, inversores y periodistas locales como candidato presidencial para 2015 y dijo ser “el profeta del cambio”.

Macri asistió con su esposa Juliana a la cena en honor a la política más popular de los Estados Unidos, que había sido organizada por Jack Rosen, presidente del Congreso Judío estadounidense y un influyente financista de la campaña demócrata. La cita era en Cipriani, un imponente salón en la planta baja del antiguo edificio que pertenecía al banco Bowery Savings Bank, un lugar que gusta a los políticos porque es elegante, sobrio, amplio y garantiza buena concurrencia para los que pagan tarjetas carísimas cuyo valor va a parar a las campañas.

Macri, que había sido invitado por Rosen, fue llevado al VIP donde tuvo un aparte con Hillary y se sacó la foto que buscaba. El jefe de la Ciudad aclaró que ya la conocía a través de la Fundación Clinton.
La ex primera Dama, vestida del azul francia que adora, le preguntó al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el Papa Francisco y le dijo que estaba muy impresionada por el rol que estaba jugando el Pontífice en el mundo....

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