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Puntos de Vista: ¿Cuál Será el Principal Desafío para el Próximo Gobierno Venezolano?

En anticipación a las elecciones del 14 de abril en Venezuela, cinco expertos comparten sus puntos de vista sobre lo que espera al próximo mandatario del país andino.

 

Los venezolanos irán a las urnas el 14 de abril para escoger, entre el líder interino Nicolás Maduro y el candidato opositor Henrique Capriles, a su próximo presidente. Como el sucesor designado por el fallecido presidente Hugo Chávez, Maduro encabeza las encuestas en contra de Capriles, gobernador del Estado Miranda y el oponente de Chávez en las elecciones de octubre del 2012. Cualquiera sea el ganador, deberá gobernar bajo la sombra del gobierno de 14 años de Chávez, que terminó en marzo cuando éste murió de cáncer.

Les preguntamos a cinco expertos analistas dentro y fuera de Venezuela, su opinión sobre el que será el principal reto del próximo presidente venezolano, desde la criminalidad hasta la producción de petróleo, pasando por la economía y la polarización política.


Vea las contribuciones:

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Rory Carroll, Ex-corresponsal en Caracas para the Guardian

"Es un trago tan amargo, que algunas figuras de la oposición esperan que gane Maduro, y que lo que queda del chavismo aguante las consecuencias".

Rory CarrollIndependientemente de si es Nicolás Maduro o Henrique Capriles quien tome el control del Palacio de Miraflores después de las elecciones, la máxima prioridad del nuevo gobierno será la economía. Inflación, endeudamiento, una infraestructura que se desmorona y escasez de productos básicos y empleos reales, exigen una atención urgente. Esto significará desenmarañar -o al menos aflojar- la red de subsidios y controles de divisas y precios que estrangulan al sector privado y distorsionan al sector público.

Desmontar el petro-populismo ruinoso de Hugo Chávez va a ser una tarea ardua, recibida seguramente con disturbios y acusaciones de neoliberalismo salvaje. Es un trago tan amargo, que algunas figuras de la oposición esperan que gane Maduro, y que lo que queda del chavismo aguante las consecuencias. Si los precios del petróleo permanecen altos, o aumentan aún más, el nuevo presidente tendrá margen para efectuar ajustes específicos y graduales, aunque todavía impopulares. Si los precios del petróleo caen, Maduro tendrá suerte si alcanza a completar su mandato.

El gran desafío será la restauración de la gobernabilidad básica, empezando por la seguridad. Los venezolanos de todas las clases están desesperados por la criminalidad. A medida que arregla la economía, el nuevo presidente también tendrá que disminuir la disfunción y la corrupción que plagan a la Policía, los tribunales y las cárceles.

Rory Carroll trabajó como corresponsal en América Latina para The Guardian en Caracas desde el 2006 al 2012. En la actualidad trabaja como corresponsal del diario en la Costa Oeste de Estados Unidos. Su libro sobre Hugo Chávez, Comandante, fue publicado en marzo del 2013. Siga a Carroll en Twitter: @RoryCarroll72.


Luis Cedeño, Director Ejecutivo, Paz Activa

"Desde el año 2006, el principal problema que se registra en todas las encuestas de opinión es la inseguridad personal".

Luis CedenoEl principal reto que deberá enfrentar el próximo presidente constitucional de Venezuela es la creciente criminalidad que se manifiesta en el país. Este problema no se originó con el anterior gobierno del Presidente Hugo Chávez, pero durante su gobierno de 14 años continuos, el fenómeno llegó a niveles críticos.

Según cifras oficiales –por muchos años ocultas a la opinión pública- en Venezuela se reportaron más de 16.000 homicidios (tasa de 55 homicidios por cada cien mil habitantes) y más de 1.100 secuestros el pasado 2012, ubicando a el país entre los 5 más violentos del mundo.

Desde el año 2006, el principal problema que se registra en todas las encuestas de opinión es la inseguridad personal, superando en más del doble a otros problemas, como el alto costo de la vida y el desempleo. El gobierno revolucionario que encabezó el difunto presidente Hugo Chávez, adoptó una política de desconocimiento de la problemática, atribuyéndola a matrices de opinión de la oposición en busca de réditos políticos. Cuando al fin fue reconocida la problemática, políticas débiles y dispositivos transitorios fracasaron en detener el auge delictivo.

Los retos yacen en desmontar una cultura de violencia que acompañó la política nacional desde el advenimiento de Chávez como figura política, y el modelo de socialismo que promovió, que incluía el concepto de lucha de clases entre pobres y ricos y el armamentismo, que originó un juego que suma cero que exacerbó los niveles de violencia delincuencial ya presentes en la sociedad venezolana.

Luis Cedeño es sociólogo y director ejecutivo de Paz Activa. Siga a @PazActiva.


Luisa Palacios, Directora de Investigación en Macroeconomía y Energía, América Latina, Medley Global Advisors

"Lo que se requiere del próximo presidente, es que se produzcan cambios dramáticos en la política energética".

Luisa PalaciosVenezuela podría estar enfrentando un entorno de precios mucho menos constructivo y esto traerá grandes retos para el próximo presidente. Teniendo en cuenta la dependencia comercial y fiscal que tiene el país de los ingresos petroleros, las perspectivas del sector energético son claves para evaluar la capacidad crediticia de Venezuela en el futuro. Y lo que se requiere del próximo presidente, es que se produzcan cambios dramáticos en la política energética.

Desde el año 2007, las exportaciones de petróleo han caído más de 300.000 barriles por día debido a la baja en la producción de petróleo, el aumento en el consumo interno, y la disminución en la capacidad de refinamiento por falta de mantenimiento. Si a esto se suman las importaciones, la caída en las exportaciones netas de petróleo ha sido del orden de 400.000 b/d en los últimos cinco años, de acuerdo a las propias cifras de la petrolera estatal, PDVSA. Actualmente Venezuela es un importador neto de gasolina, y esas importaciones aumentaron significativamente el año pasado a raíz de la explosión en agosto de la refinería de Amuay, cuya producción aún no regresó a los niveles que tenía antes de la crisis. Esto obligó a Venezuela a importar más de 100.000 b/d de gasolina, apenas de Estados Unidos, en el último trimestre del 2012. Se requiere una mejora significativa en la situación de flujo de caja de PDVSA.

Algunos de los cambios recientes en la política cambiaria son un paso en la dirección correcta, pero son insuficientes. PDVSA necesita volver a enfocarse en la producción de petróleo y permitir una participación mucho más activa de las petroleras internacionales en la producción convencional de crudo, si quiere detener la caída. Se requerirá una importante revisión de la política de precios del petróleo, si se tiene en cuenta que Venezuela cobra el precio internacional sobre apenas el 60 por ciento de su producción petrolera. Esto se debe a que vende derivados del petróleo en los mercados nacionales a precios increíblemente subsidiados, vende petróleo a Cuba y a otros países latinoamericanos sin compensación inmediata en efectivo, y exporta petróleo a China para pagar el servicio de la deuda a precios reducidos.

Un gobierno de oposición estará más dispuesto y más capacitado para implementar los cambios de política que se necesitan. Pero pese a su retórica ideológica, incluso un gobierno chavista se verá obligado a hacer frente a estos desafíos.

Luisa Palacios es Jefe de Investigación en Macroeconomía y Energía, América Latina, Medley Global Advisors.


Christopher Sabatini, Director Senior de Política, AS/COA y Editor en Jefe de Americas Quarterly

"Los excesos en el gasto gubernamental y la falta de atención a la inversión productiva están poniéndose en evidencia".

Los problemas que enfrenta la próxima administración son casi demasiado numerosos para mencionarlos, y llevan a otra pregunta: ¿Por qué alguien querría ese trabajo? Catorce años de incompetencia administrativa y económica, y de desarticulación institucional, han dejado una sociedad profundamente polarizada, espeluznantes niveles de criminalidad, deterioro de la infraestructura básica, y una serie de cuentas de cobro que vencen este año. Peor aún, todos estos problemas están relacionados entre sí, por lo que es difícil priorizar unos sobre otros.

Dos desafíos inmediatos para enfrentar serán el deterioro en la situación de seguridad y la inminente crisis fiscal. En cuanto a la primera, el nuevo presidente tendrá que establecer una política de seguridad coherente, en colaboración con los gobiernos estatales y municipales, y una fuerza de policía profesional. El problema es que el presidente Hugo Chávez creó un cuerpo paralelo de policía "bolivariana" y grupos armados partidistas, lo que ha generado superposición de autoridades y ha disminuido la confianza.

En el frente económico, los excesos en el gasto gubernamental y la falta de atención a la inversión productiva están poniéndose en evidencia. El nuevo presidente se enfrentará a un déficit público de $ 70 mil millones (o el 22 por ciento del PIB), una tasa de inflación que se acerca al 30 por ciento, y la probable necesidad de una nueva devaluación del bolívar (que se sume a la devaluación del 32 por ciento en enero y a la reciente mini-devaluación). Atacar estos problemas tendrá un costo en términos de nivel de vida de gran parte de la población, en un momento en que las nuevas fuentes de ingresos (el petróleo) están severamente limitadas por la falta de inversión en la capacidad productiva.

El primer paso para hacer frente a estos problemas será reducir los niveles de polarización y reconstruir la capacidad de independencia del Estado en áreas clave para la formulación de políticas. Desafortunadamente, debido a las divisiones a ambos lados de la brecha política y a la naturaleza de suma cero de las directrices del actual gobierno, esto parece poco probable. Buena suerte al ganador.

Christopher Sabatini es el director principal de política de AS/COA y editor en jefe de Americas Quarterly. Siga a Sabatini en Twitter: @ChrisSabatini.


Francisco Toro, Blogero, Caracas Chronicles

"Garantizar que la estabilidad de la nación no sea comprometida -y que las inevitables protestas sean manejadas de manera que no agraven el conflicto- será el tema central del próximo gobierno".

El principal desafío para el próximo gobierno será desenredar la maraña de distorsiones económicas que han dejado 14 años de gobierno chavista como para poder inyectar un poco de vitalidad a la economía, pero no tanto (o tan rápido) que pueda causar un colapso social.

La inviabilidad del camino de “gastemos todo y un poco más” trazado por Hugo Chávez en las últimas etapas de su gobierno, es evidente ahora incluso para sus propios arquitectos, habiendo obligado al Ministro de Finanzas, Jorge Giordani, a aplicar no una sino dos devaluaciones a escasas semanas de las elecciones. Con el gasto público en descenso, las reservas operativas del Banco Central cercanas a cero y nuevas fuentes de crédito secándose, ni siquiera los precios históricos del petróleo son suficientes.

Aunque los detalles varíen, arreglar el desastre que la política económica ha creado es una operación delicada. Como quiera que se haga, consistirá en alguna forma de transferencia de poder adquisitivo de bolsillos privados a manos del sector público, sea a través de nuevos impuestos, reducción del gasto, aumento de la inflación, más devaluación, o una combinación de los anteriores. Hecho con torpeza, es el tipo de esfuerzo que puede fácilmente socavar la ya precaria estabilidad social.

Garantizar que la estabilidad de la nación no sea comprometida -y que las inevitables protestas sean manejadas de manera que no agraven el conflicto- será el tema central del próximo gobierno. No será una tarea fácil.

Francisco Toro escribe para el blog Caracas Chronicles. Es el co-autor de Blogging the Revolution: Caracas Chronicles and the Hugo Chávez Era. Siga a Toro en Twitter: @CaracasChron.

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